A lo largo de gran parte de la historia de la humanidad, a menudo se consideraba que un gobernante era tan bueno como su capacidad para distribuir regalos, botines y otras recompensas materiales a sus servidores más valiosos y leales. En la época de los "bárbaros" del norte de Europa, los militares esperaban que sus reyes les condujeran al botín y distribuyeran regalos a los mejores combatientes tras la batalla ganada. En épocas posteriores, los reyes más poderosos podían repartir títulos de nobleza, tierras a los siervos fieles y cargos burocráticos con salarios elevados a los consejeros de confianza. A cambio de toda esta generosidad, los súbditos podían ofrecer su lealtad personal, pero también podían ofrecer servicios militares, conocimientos especiales y ayuda para conseguir más apoyo para la corona. Los reyes que podían distribuir la mayor cantidad de regalos solían esperar la mayor lealtad y ayuda de los demás. Al fin y al cabo, se trataba de un rey que podía hacerl...
Es tiempo de una Revolución mental. Acá van a encontrar reflexiones de todo tipo, filosóficas, económicas, antropológicas, sociológicas e históricas, así como también de criptomonedas y actualidad. Espero que lo disfruten.